LA CAMPAÑA ANTIABORTISTA EN MÉXICO. ¿CREANDO UN MODELO DE PENSAMIENTO?

Si no cerráramos los ojos ante los factores que llevan a las mujeres a abortar, esta práctica estaría despenalizada. Pero resulta claro que mientras las campañas de prevención no surtan efecto al 100 por ciento, mientras los jóvenes no sepan cómo y dónde obtener servicios de salud reproductiva, hi hayan desarrollado el poder y la capacidad para decidir cuándo, cómo y con quién tener relaciones sexuales, nada contribuirá a aliviar el sufrimiento de las mujeres embarazadas que desean abortar.

La publicidad se nos presenta a diario que una finalidad que no puede obviar una verdad en forma disfrazada o tendenciosa. Resalta los atributos y cualidades de los productos, dejando de lado defectos, que para ella no son importantes en el momento de publicarlos, pues quiere difundir desde el plano ideológico, como lo es el ir en contra de la despenalización del aborto, ideas a través de mensajes de fuerza y autoridad, que llevará a una acción ideológica impuesta.

Debido a la situación actual del aborto, organizaciones conservadoras y de corte católico emprendieron una campaña de “mercadotecnia social” (con tintes semejantes a la campaña de miedo desplegada contra Andrés Manuel López Obrador en 2006); que incluyó en spots, espectaculares, desplegados, llamadas telefónicas y movilizaciones para amedrentar a los diputados del PRD y del PRI que impulsan la ley para despenalizar el aborto en la Ciudad de México.

Para esta campaña de mercadotecnia social, El PAN y la Iglesia (principales organizaciones en contra) se basaron en una herramienta indispensable en el mundo capitalista de hoy: la publicidad que se ha convertido en un conjunto de técnicas utilizadas con el fin de tomar, desarrollar, mantener y obtener nuevos clientes para sus productos; pero ahora ha tomado un nuevo rumbo, pues al ser parte de un mercado comunicativo de producción, circulación y consumo de símbolos, no sólo ha tratado de vender alimentos, accesorios o ropa; si no ahora también trata de vender una posición en contra de una ley que sólo trata de darle más libertad de decisión sobre su cuerpo a las mujeres.

¿Pero, en realidad estará funcionando? Todos estos mensajes en contra, han causado que la sociedad se interese más por el tema, pero eso no quiere decir que al igual que los creadores de esta campaña estén en contra. Tan sólo en casi tres meses de haber sido lanzada tanto la ley como la campaña en contra se han realizado 338 abortos en hospitales públicos y existen 700 solicitudes en espera que se resolverán en las próximas semanas.