Otra característica de la televisión es la relación temporal que guarda el momento en que se presenta el mensaje con el momento en el que existe el objeto de referencia., esto convierte a la televisión en un medio sincrónico debido a que regularmente es usada para mostrar el acontecer en el momento que se produce.
En la actualidad la comunicación ha dejado de ser en su mayoría abstracta y cedió un lugar importante a los medios icónicos como la televisión que puede comunicar utilizando códigos sociales generales. Los medios sincrónicos permiten hasta cierto grado que el destinatario pueda, “idealmente”, verificar la objetividad del mensaje, porque este es acompañado del objeto de referencia.
Tenemos que tener en cuenta al hacer un análisis los fines institucionales característicos de la sociedad monopolista que consisten en:
a) La subordinación de la cultura a un sistema de códigos particulares que sirvan para mantener la división social.
b) El control sobre aquello que debe de ser valorado como objetivo en el acontecer de la sociedad, lo cual implica el dominio sobre el referente por parte del mediador.
Para explicar mejor este tema nos auxiliamos en una cita de Jesús Galindo Cáceres:
“La televisión es el gran misterio de nuestra época. Vivimos con ella desde hace cincuenta años y aún no entendemos lo que significa para nuestras vidas. Tenemos una idea práctica cotidiana de su uso, existe un conocimiento pragmático de su importancia y ventaja para el mercado, el comercio, la publicidad y la propaganda. Pero el espacio conceptual para su comprensión cabal está abierto. A lo largo de décadas algunos de los mejores pensadores de nuestro tiempo le han dedicado un momento de su talento, otros han evadido el bulto, la responsabilidad de enjuiciar lo colosal e impresionante.”
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